Debido a la situación geográfica de la provincia de Málaga han sido muchas civilizaciones las que han pasado por estas tierras, íberos, celtas, fenicios, griegos, romanos y visigodos.
La antigua Andalucía fue durante la antigüedad un paraíso repleto de metales, cereales, leche, madera, miel y con mucha caza disponible, razones por las que muchos invasores se adentraron por el sur de la península.
Bajo el imperio romano, debido al uso intensivo de la ganadería, la agricultura y la explotación de la madera, un 50% de los bosques fueron destruidos. Con la entrada de los Reyes Católicos en Málaga durante el año 1487 nos montes se devastaron casi completamente. Las tierras conquistadas fueron utilizadas para el cultivo de la vid principalmente lo que desprotegió la zona en su totalidad. Las consecuencias de esta deforestación no se harían esperar demasiado tiempo ya que una gran parte de estos suelos eran arrastrados por el rio Guadalmedina durante época de lluvia hacia la ciudad. Las inundaciones se repitieron sucesivamente desde el siglo XVI hasta principios del siglo XX.
Durante el siglo XIX se estableció la libertad de cultivo por lo que la vid crece exponencialmente hasta que en 1877 una plaga conocida como 'Filoxera' atacó el cultivo de la vid con graves consecuencias siendo el cultivo prácticamente destruido y sustituyéndose por el árbol de oliva y el almendro que necesitaban menos cuidados.
Tras las constantes inundaciones de la ciudad se construyó el embalse del Agujero, llave de paso del rio Guadalmedina y más tarde se procedería a la reforestación de la cuenca del rio Guadalmedina.
Es en 1948 a partir del año en el que se comienza a replantar el suelo de los Montes de Málaga, se selecciona el pino carrasco por su rápido crecimiento y adaptación. Es en 1989 cuando se declara Parque Nacional.
La tierra del Parque Nacional está formada por pizarra arcillosa muy erosiva. El terreno es rico en recursos naturales y con grandes contrastes climáticos, en las partes más altas el clima es subhúmedo y en las zonas de interior el clima es seco.
La vegetación del parque es especialmente rica en pino carrasco, pino real, cipreses, encinas y robles entre otras especies. Los arbustos cuentan con una gran variedad como las zarzas, palmitos, árboles de fresa...
La fauna destaca por la presencia de aves como perdices, tórtolas, ruiseñores u otras especies como serpientes, lagartos, salamandras o sapos, aunque destacamos la presencia del camaleón, especie protegida y que encuentra en los Montes de Málaga un habitat ideal para su desarrollo.
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